Liga Santander

El Madrid gana en el Pizjuán

Barça
Sevilla y Barcelona empataron 1-1 en el Sánchez Pizjuán.

El Barça no pasó del 1-1 frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán en un encuentro pasado por agua. La fuerte lluvia marcó el encuentro entre un aspirante al título, los locales, y otros que querían dormir en puestos de competición europea. El Papu Gómez, uno de los mejores del cuadro hispalense, fue el responsable de abrir la lata, pero antes del descanso Ronald Araújo, con un gran testarazo, igualó la contienda.

Este clásico del fútbol español venía con los clubes cambiando los papeles. El Sevilla, con un triunfo, se colocaba a tres puntos del Real Madrid, líder de la clasificación. Los azulgranas, por su parte, quería acostarse sabiendo que estaban en competiciones europeas. Pero finalmente, el 1-1 significó un reparto de puntos y los de Lopetegui no se acercaban al conjunto merengue y los hombres de Xavi volvían a dormir a la intemperie en la tabla de la Liga Santander.

Después del juego de luces impresionante que presentó el Sánchez Pizjuán a la misma vez que miles de gargantas cantaban ese ya mítico himno de El Arrebato, los 22 contendientes se pusieron frente a frente para brindar un espectáculo a la altura de esa previa. Por el Barça, Ter Stegen formaba en portería, mientras que la defensa era para Ronald Araújo, Eric, Piqué y Jordi Alba. En la medular Xavi sacrificaba a Nico y le daba la titularidad a Busquets, Frenkie de Jong y Gavi. Como hombres más adelantados, Jutglá, Dembélé y Abde.

Salió enchufado el Barcelona bajo la lluvia torrencial que azotaba a la ciudad de la Giralda. Ambos conjuntos presionaban bien y rápidamente se veía que sería un buen partido entre dos grandes equipos, aunque la situación de los culés haga que al aficionado le cueste confiar en él. Los azulgranas, con Jutglá como uno de los jugadores destacados, intentaban acercarse al área de Bono, pero no encontraban éxito en esa búsqueda pese a que la mayoría del choque se estuviese disputando en campo hispalense.

Mientras que Rekik tapaba bien a Dembélé y Abde no lograba hacer eso que le pide Xavi, encarar, era Jutglá el que con tiros lejanos intentaba abrir la lata. Todos sus disparos se marchaban fuera sin muchos problemas parar Bono. El ex jugador del Espanyol probaba fortuna, pero no salió su número. Tal vez en el sorteo de Navidad le tocase el Gordo. Mientras todas esas ocasiones llegaban Lopetegui estaba encendidísimo a la par que empapado en la banda intentando corregir la táctica de su equipo.

Baila como el Papu

Y es que los sevillistas perdían casi cada balón que caía en sus pies, ya fuera por la presión del Barça o por errores tontos. De uno de esos fallos, de Ocampos, llegó un disparo desde la frontal de Ousmane Dembélé que repelió primero Bono y luego despejó Diego Carlos. Unos minutos antes Rafa Mir había logrado ver portería, pero partió desde posición antirreglamentaria, por lo que correctamente el tanto no subió al electrónico.

El Sevilla poco a poco iba espabilando y pasada la media hora una jugada hizo bailar al Sánchez Pizjuán. ¿Bailar como quién? Pues como el Papu. El atacante argentino se zafó de los becarios Abde y Jutglá para de primeras meter un buen derechazo cruzado al que Ter Stegen sólo pudo seguir con la mirada. El ex de la Atalanta estaba siendo el mejor de los locales sobre el verde y obtuvo ese premio que, justo antes del descanso, se vio empañado por el tanto de la igualada de Ronald Araújo.

Durante el primer acto los hombres de Xavi recurrieron a tirar algún centro, pero ninguno encontraba rematador. En gran parte, por las torres que tenía Lopetegui como centrales, pero en el 44′, también fruto de un córner, llegó el empate de Araújo. El defensa uruguayo saltó al más puro estilo Puyol frente a Alemania o Real Madrid para meter la cabeza tras imponerse a Fernando y superar a Bono. Empataban los culés y con ese 1-1 se llegó al intermedio.

Koundé dimite del partido

Al regresar de vestuarios el Sevilla fue el equipo que arrancó más intenso. Piqué, Eric y compañía sufrían cuando los de Nervión se acercaban a su área y en pocos minutos ya contaban con varias ocasiones, como dos de Delaney y otra de Rafa Mir. Los de Xavi no daban ni un pase bien y los locales pasaban a ser los claros dominadores de la posesión, salvo por alguna ocasión aislada como en la que Abde, esta vez sí, encaró pero su disparo se marchó al segundo anfiteatro. Imagino que eso no se lo pedía Xavi.

Triangulaban bastante bien los pupilos de Julen Lopetegui, pero todo se empezaba a torcer en el minuto 64 cuando Koundé se autoexpulsó. Es que no se le puede denominar a lo que sucedió de otra forma. El defensa hispalense recibió dos empujones de Jordi Alba y al francés no se le ocurrió otra cosa que lanzar con bastante fuerza el balón al rostro del lateral culé. El colegiado no lo dudó, al igual que nadie sobre la faz de la tierra, y mandó a las duchas al joven zaguero.

El partido se calentó e ir al choque se convirtió en tendencia. Como una acción en la que Rafa Mir barrió a un Eric García que tuvo que ser sustituido por Lenglet. Tampoco continuó el atacante murciano, que dejaba su puesto para que los aficionados volviesen a disfrutar de En-Nesyri. Nico entraba también por Ferran Jutglá, que tal vez en enero reciba a su tocayo pero de apellido Torres si el Barça encuentra la fórmula para realizar el traspaso.

Los últimos minutos fueron más trabados, con más faltas y con menos circulación de balón porque los de Lopetegui se encargaban de frenar el juego de los azulgranas. Ante esa situación volvieron los centros, y de uno de Abde estuvo a punto Gavi de hacer el 1-2. O el disparo desde la frontal de Dembélé que se estrelló en el palo. Suspiraba de alivio el conjunto local a la espera de que llegase un gol a última hora como frente al Atlético, pero ese tanto no llegó. Reparto de puntos…y victoria para el Real Madrid en el Pizjuán.

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